Inspirados en Federico Engels, vemos a la educación como una forma de entender y transformar el mundo, motivamos a nuestros estudiantes a poner el conocimiento al servicio de las mayorías y de los entornos para construir sociedades más justas, a saber, que el aprender con alegría nos hará proactivos, optimistas y comprometidos con nuestras familias y la sociedad.
Nuestro país, Latinoamérica y el mundo necesita hombres y mujeres que trabajen y transformen sus entornos. La educación es un motor de cambio, el acceso al conocimiento es la salida del empobrecimiento. Somos herederos del paradigma crítico y responsables de cambiar las estructuras de desigualdad, injusticia y destrucción de la vida.
Gracias a la autoreflexión de los grupos humanos y sus acciones de vida, será posible que las diferencias económicas y la discriminación en todas sus expresiones, tiendan a eliminarse, es necesario manifestar los desacuerdos y entender que el accionar en los distintos momentos sociales nos integrará como parte de la construcción social, de una comunicación y participación más horizontal e incluyente.
Federico Engels, un hombre de ciencia, buscó transformar las condiciones sociales y económicas de la colectividad a través de la planificación y la organización, minimizar la influencia de la subjetividad con el trabajo científico, para reforzar la validez del conocimiento al servicio de las mayorías.
Engels propone un orden socioeconómico ya sea mediante revolución, evolución social o mediante reformas institucionales, con el propósito de construir una sociedad basada en la igualdad de derechos, equidad económica, cooperación que promueva nuevas estructuras políticas y económicas de distribución.
En el MIFE somos actores responsables del cambio en el trabajo diario. Nuestra propuesta se basa en la solidaridad, el amor, la igualdad, además, generamos un ambiente familiar con una comunicación directa en la que las relaciones de convivencia son horizontales, democráticas y participativas; conocer a cada niño y joven para entender y motivar el aprendizaje del grupo en bien de la comunidad.
Estamos en permanente evolución, nuestros docentes investigan para, a través de la creatividad, compartir conocimientos, habilidades sociales, espacios incluyentes y de aprendizaje en función de conservar la vida, el entorno y seres humanos sensibles que cambien la sociedad y busquen una convivencia armónica y solidaria.
Alcanzar metas son experiencias motivadoras, que los seres humanos disfrutamos con profunda sinceridad y convicción. Cumplirlas o superar nuestras propias marcas, constituye una fuerza que viene de la voluntad, la decisión, la disciplina y la constancia; esa experiencia es el motor diario del aprendizaje para aprender a vivir en comunidad y desarrollar un trabajo cooperativo y colaborativo.
Aplicar el aprendizaje cooperativo tiene fines socio-afectivos, es decir, que los alumnos se ayuden para lograr una meta; y, el aprendizaje colaborativo busca desarrollar habilidades personales. Los aportes que realizan los integrantes para lograr una meta contribuye a desarrollos personales que facilitan la vida en comunidad. Cumplir nuestros propósitos de manera cooperativa y colaborativa unos con otros, es aprovechar la propia experiencia y la de los demás para maximizar el aprendizaje y desarrollar un espacio social que busque transformar, para bien, las relaciones de convivencia.